Banorte, impulsando al México del futuro

México se mantiene como un país con oportunidades importantes para invertir. Si bien el escenario macroeconómico es altamente incierto, tanto por factores externos como por cuestiones internas, la estabilidad macroeconómica —con un banco central autónomo, finanzas públicas y cuentas externas bajo control, así como un sistema bancario bien capitalizado— hace de México un país atractivo para la inversión dentro del universo de economías emergentes. No obstante, de acuerdo con nuestro análisis, prevemos una desaceleración en el ritmo de crecimiento de 2% en 2018 a 1.5% en 2019. Lo anterior, explicado, entre otros factores, por el impacto transitorio de algunos cambios que tuvieron lugar en los primeros meses del año. No obstante, anticipamos una recuperación hacia los niveles de expansión de 2.5% observados en los últimos años.

Gasto interno privado

El consumo privado ha sido uno de los principales motores de la economía, gracias a mayores niveles de empleo y una expansión sana del crédito bancario. Consideramos que el gasto privado seguirá siendo un pilar fundamental del dinamismo económico, sobre todo por los programas de estímulo a jóvenes y a adultos mayores que tiene contemplado aplicar la nueva administración.

Infraestructura

La necesidad de dotar de infraestructura moderna y eficiente a nuestro país le da a este sector un potencial significativo, lo cual representa una enorme oportunidad para el desarrollo. Desafortunadamente, debido a la presión sobre las finanzas públicas, se han tenido que recortar proyectos de infraestructura en los últimos años. No obstante, el nuevo gobierno también ha planteado un ambicioso programa de infraestructura para los próximos años, que contribuirá a la expansión y modernización de este sector en el país.

Vivienda

Las necesidades de vivienda en nuestro país siguen siendo significativas, a pesar de la recuperación observada en el sector en los últimos años.

Banca

El sistema financiero mexicano es de los más sólidos y bien capitalizados del mundo. Y aun cuando la penetración bancaria continúa siendo relativamente baja —lo cual podría explicarse por el alto grado de informalidad de la actividad económica del país y la dificultad de los bancos para recuperar colateral— el rápido avance tecnológico y la reforma financiera podrían beneficiar el proceso de bancarización de la población. En Banorte, tenemos una gran oportunidad para apoyar proyectos de crecimiento en el país, así como los sueños de muchos mexicanos, sobre todo, porque somos un banco operado por mexicanos, para los mexicanos.

Energía

Si bien, en el corto plazo la tendencia hacia la baja en los precios del petróleo ha reducido el atractivo por las inversiones en el sector, el proceso de apertura a la inversión privada sigue su curso. Hasta ahora, se han asignado proyectos en los que Pemex, asociado con un privado, ha llevado a cabo procesos de exploración y producción (farm outs); también se han realizado otros proyectos con inversión proveniente exclusivamente de empresas privadas. El proceso de apertura en el sector eléctrico también continúa y consideramos que, en el mediano plazo, la evolución del sector energético será un factor importante para mejorar la competitividad y aumentar la inversión, además de que ayudará a reducir la presión sobre las finanzas públicas.

México enfrenta un entorno adverso y de alta incertidumbre, tanto por factores externos como internos. No obstante, consideramos que estamos preparados para hacer frente a la adversidad y seguir creciendo con un entorno macroeconómico sólido y con un potencial de inversión muy significativo.