GRADO DE INVERSIÓN, ¿LO MANTENEMOS O LO PERDEMOS?
EPISODIO 4 - PODCAST NORTE ECONÓMICO
- En el cuarto episodio del podcast Norte Económico, producido por Banorte, Gabriel Casillas y Alejandro Padilla nos dicen por qué ellos “tienen otros datos” respecto al grado de inversión para México.
- Destacan tres razones por las cuales México mantendrá su grado de inversión. No aumentar la deuda es una de ellas.
- También abordan los riesgos geopolíticos asociados al proceso electoral en Estados Unidos y la situación de los mercados financieros.
Ciudad de México, 10 de junio de 2020.— El cuarto episodio del podcast Norte Económico, producido por Grupo Financiero Banorte, está disponible desde este miércoles en Spotify, Apple Podcasts y el sitio de GFNorte.
En la sección Visión 360, un análisis a fondo de los factores que mueven la economía, Gabriel Casillas y Alejandro Padilla, quienes lideran el área de Análisis Económico de Banorte, discutieron sobre la calificación crediticia de largo plazo de la deuda soberana de México. Descartaron que el país pueda perder el grado de inversión este año o el próximo, como sugieren algunos analistas.
Mencionaron que las tres agencias calificadoras más importantes del mundo tienen una nota diferente para México, sin embargo todas se encuentran en grado de inversión y no muestran señales de que esto cambiará en el corto y mediano plazo.
- La calificación de Fitch Ratings es BBB- (la más baja de las tres calificadoras), está un escalón por encima del grado de inversión.
- S&P Global Ratings asigna a la deuda del gobierno mexicano la calificación BBB, es decir, dos peldaños arriba del grado de inversión.
- Finalmente, la nota de Moody’s es Baa1, tres niveles por encima del terreno especulativo.
Los analistas compararon la situación de México con la de Brasil, que perdió el grado de inversión en 2015. Cuando esto sucedió, su nivel de deuda era mucho más alto, equivalente al 73 por ciento de su PIB, frente al 50 por ciento al que actualmente equivale la deuda de México.
Hay al menos tres razones por las cuales México no perdería el grado de inversión, aún y cuando alguna calificadora degrade su asignación:
1. La calificación de riesgo de México no está en el límite del grado de inversión, por lo que aún hay espacio para algunas disminuciones.
2. Aunque algunos expertos consideran que sería más conveniente incrementar la deuda de México para atajar mejor la emergencia sanitaria del Covid, la decisión del Gobierno ha sido no aumentar la deuda. Esto puede ayudar a mantener el grado de inversión.
3. Varios países están aumentando su deuda de manera significativa y México no, lo que podrá dejar al país en una situación de relativa fortaleza comparativa a partir de 2021.
En el bloque El tema de la semana: lo que no debes perder de vista, los conductores discutieron los riesgos geopolíticos asociados al proceso electoral en Estados Unidos. Tras las protestas por la muerte de George Floyd, ahora no solo el Poll of Polls de RealClearPolitics le da a Joe Biden una ligera ventaja sobre Donald Trump, sino que el mercado de apuestas también inclina la balanza hacia el candidato demócrata.
Por último, en el segmento Mercados y sus implicaciones mencionaron que hay más tranquilidad y un mayor apetito por riesgo entre los inversionistas, gracias al aumento de los estímulos de políticas económicas en el mundo, los programas de reapertura de las economías y la noticia de que en mayo se generaron 2.5 millones de empleos en Estados Unidos, cuando los analistas esperaban una pérdida de 7.5 millones. Aunque es prematuro decir que lo peor en términos económicos ya pasó, los mercados muestran signos de recuperación.
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Transcripción:
PRESENTACIÓN
GC: Hola a todos, bienvenidos a Norte Económico, un podcast de Grupo Financiero Banorte. Soy Gabriel Casillas y me acompaña Alejandro Padilla, juntos lideramos los equipos de Análisis Económico y Estrategia de Mercados.
Hola, ¿cómo estás, mi estimado Alex?
AP: Un saludo a ti, Gabriel, y a todos los que amablemente nos escuchan en esta ocasión. Me encuentro bien, y espero que todos ustedes también.
En el tema de la semana, en esta ocasión estaremos analizando los riesgos geopolíticos asociados al proceso electoral en Estados Unidos (EU).
GC: En el segundo segmento, Visión 360°, abordaremos el tema de la calificación crediticia de México y el grado de inversión.
AP: Concluiremos con el tercer segmento, relacionado con mercados, sobre todo en un momento en el cual estamos viendo un mayor apetito por riesgo.
PRIMER BLOQUE - El tema de la semana: Lo que no debes perder de vista
AP: Iniciemos con el tema de la semana, el cual se centra en los riesgos geopolíticos en torno a EU. Probablemente después de la pandemia y su efecto sobre la economía global, el segundo catalizador más importante para los mercados financieros en 2020 será el proceso electoral en Norteamérica.
GC: Definitivamente es “El Tema” y ganará mucha más atención en los mercados en la segunda mitad del año, pero con nuevos aspectos que se han desarrollado en los últimos días.
AP: Antes de comenzar con la discusión sobre este tema, quiero traer a la mesa de debate mi preocupación sobre las presiones que existen, tanto al interior del país como aquellas relacionadas con la política exterior del presidente Trump.
GC: Todavía estamos lejos de la elección, que será el 3 de noviembre, pero ya hay muchos temas que han comenzado a politizarse: desde la pandemia hasta este evento tan desafortunado en Minneapolis sobre George Floyd, hace apenas algunos días (el 25 de mayo), lo cual desató una serie de protestas de una magnitud muy importante en varias ciudades de EU, incluida la capital, Washington D.C.
AP: Vaya que fue noticia; las protestas llegaron a pocos metros de la Casa Blanca. Pero, honestamente, yo tengo mis dudas sobre el efecto que puedan tener estas presiones sociales sobre un país que ya está tan polarizado. Por un lado, pareciera que pone a Trump en una situación muy complicada, donde ninguno de nosotros quisiera estar, pero por otro lado, ¿no crees que llevar a la opinión pública a este tipo de cuestiones pueda afianzarlo por lo menos con su electorado, que finalmente fue el que lo puso en la Casa Blanca hace cuatro años?
GC: Es algo muy debatible, una discusión que hoy en día tienen muchos politólogos, sobre todo en EU. Aquí permíteme comentar un tema muy relevante: si comparamos el mercado de apuestas con las encuestas de opinión —el primero últimamente ha sido más preciso para pronosticar—, las encuestas le han dado a Joe Biden una ligera ventaja sobre Trump por varios meses, como es el caso del Poll of Polls de RealClearPolitics. Por su parte, el mercado de apuestas cambió a partir de las protestas, y después de varios meses de darle el triunfo a Donald Trump, ahora pone a Joe Biden por encima. Esto quizá refleje que polarizar puede no ser tan benéfico para su causa.
AP: Esto que comentas es una clara señal, por lo menos para mí, de lo cerradas que probablemente serán las elecciones, y de cómo noticias o eventos similares a las protestas por la muerte de George Floyd podrían inclinar la balanza de una gran cantidad de indecisos hacia cualquiera de ambos lados, lo cual dificulta hacer un pronóstico sobre lo que pueda pasar.
GC: No solamente muy cerradas, además es muy probable que veamos a Trump perder una vez más el voto popular, pero ganar el voto electoral, y que eso le dé la victoria como hace cuatro años.
AP: Ya que hablas de este análisis tan completo sobre la elección, comparando encuestas y apuestas, hay otro indicador que me gusta seguir de cerca: los niveles de aprobación del presidente Trump. Es bien sabido que desde que inició su presidencia, siempre ha tenido un saldo negativo, es decir, más personas que desaprueban su labor frente a aquellas que la ven de una manera buena o positiva. Sin embargo, esta diferencia llegó a su nivel más bajo a finales de marzo, lo cual podría explicar el capital político que ganó con el paquete de estímulo fiscal sin precedentes.
Lo que más me llama la atención es que en las últimas semanas, el nivel de desaprobación no tuvo tanta variabilidad con las renovadas tensiones entre EU y China, pero sí tuvo un incremento fuerte con las protestas por esta lamentable situación de George Floyd.
GC: Esto puede ser clave para la estrategia de campaña de Donald Trump, sin duda.
AP: Sugiere que ya sabe hacia dónde mover su discurso en este camino rumbo al 3 de noviembre.
GC: Esto puede marcar de manera más clara el camino que podría adoptar el presidente Trump en relación con su estrategia de comunicación, una retórica más radical en contra de China, ya sea en el ámbito del comercio internacional o inclusive sobre la pandemia. Esto probablemente le dará buenos resultados en las elecciones, lo mismo con temas tan polémicos como la migración o aquellos que se relacionan con seguridad nacional.
AP: Si te entiendo bien, sugieres que tratará de llevar la agenda o el debate entre la opinión pública a los aspectos internacionales.
GC: Creo que va a ganar más optando por una visión radical sobre el mundo, que sobre aspectos locales en los que no se ha podido hacer mucho, desafortunadamente. Por ello, los mercados podrían entrar nuevamente en un modo de elevada volatilidad después del verano, conforme estos aspectos geopolíticos tomen más forma, y pueden comenzar a definir el camino al 3 de noviembre. Es decir: una renovada aversión al riesgo e inclusive el fortalecimiento del dólar, algo que es más común durante los procesos electorales en EU.
AP: No solo se ha vuelto el tema de la semana por las protestas en distintas ciudades de EU. Todas las aristas sobre un evento geopolítico tan importante como el proceso electoral serán factores que los mercados seguirán muy de cerca.
GC: Así es, el presidente Trump seguramente se tornará más radical. Y citando a Winston Churchill: “un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”. Así que no sabemos la estrategia o el guión de Trump, pero al menos hay una cosa buena: sus tuits cada vez tienen un efecto menor sobre los mercados financieros.
SEGUNDO BLOQUE - Visión 360°: Un análisis a fondo de los factores que mueven la economía
AP: En las últimas semanas varios analistas han comentado que es muy factible que México pierda el grado de inversión tan pronto como este año.
GC: Pues yo tengo otros datos: eso no va a pasar.
AP: Estoy de acuerdo contigo. Si los participantes de los mercados realmente estuvieran pensando que México va a perder el grado de inversión, el tipo de cambio no estaría en niveles mínimos de hace tres meses.
GC: Ni tampoco las tasas de los bonos mexicanos, los famosos UMS en dólares, estarían debajo de 3.5 por ciento…
AP: Es más, los Credit Default Swaps (CDS), que son primas de seguro por si el gobierno mexicano llega a incumplir, estarían por debajo de 150 puntos base, cuando hace apenas un par de semanas estaban operando por arriba de 250 puntos base.
GC: Creo que son señales de que quienes anticipan que México puede perder el grado de inversión se van a quedar lejos de su pronóstico.
AP: Como saben, la calificación crediticia de largo plazo de la deuda soberana de México se encuentra en grado de inversión por las tres agencias calificadoras más importantes del mundo: S&P Global Ratings, como se llama hoy en día, que fue fundada en 1860 bajo otro nombre; Moody’s Investor Service, que fue creada en 1909, y Fitch Ratings, la de más reciente creación, en 1975.
Quiero señalar que tanto S&P como Fitch tienen un sistema muy similar, con calificaciones que van de la más baja, que en inglés significa default o impago, y van subiendo en una escala de hasta tres letras: C, CC, CCC, para seguir después con B, BB, BBB, y así hasta llegar a la más alta: AAA. Adicionalmente, cada calificación de tres letras se subdivide en tres: una a la que se le agrega el signo (-), otra que va sin signo, y la más alta que tiene el signo (+).
GC: Moody’s utiliza una escala diferente, pero es totalmente comparable. Sus calificaciones empiezan en C, que sería equivalente a la D de S&P y Fitch, pero van escalando en formatos de hasta tres letras y un número. La primera letra es mayúscula (A, B o C), después utiliza hasta dos letras “a” y finalmente un número (1, 2 o 3). Cabe señalar que a veces no hay letras “a”, por lo que solo tienen las letras mayúsculas y los números.
El punto es que van subiendo desde la C a Caa3, Caa2, Caa1; luego B3, B2, B1, después Ba3, Ba2 y así hasta Aaa.
Normalmente las tres calificadoras tienen a un país o un emisor más o menos en la misma calificación, sin embargo, en esta ocasión cada una tiene una nota diferente para México: la de Fitch es BBB- (la más baja), la de S&P es BBB y la de Moody’s es Baa1.
AP: Aquí lo bueno es que todas nos tienen en grado de inversión…
GC: Como saben, el grado de inversión empieza en BBB- para S&P y Fitch, y en Baa3 para Moody’s.
AP: Entonces, la calificación de la deuda del gobierno de México se encuentra un escalón por encima del grado de inversión, en el caso de Fitch; dos escalones arriba en S&P y con tres escalones de colchón en Moody’s.
GC: Otro punto relevante, por el que varios analistas en el mercado están diciendo que México puede perder el grado de inversión, es la perspectiva...
AP: Además de la calificación per se, estas agencias asignan una perspectiva a las calificaciones, la cual puede ser negativa, estable o positiva. Cuando es positiva significa que la agencia está revisando una calificación en particular y que podría elevarla un escalón en los próximos 6 a 24 meses. Si es negativa, quiere decir que en ese mismo periodo podría bajarla un escalón.
Fitch nos tiene en perspectiva estable, mientras que la de S&P y Moody’s es negativa.
GC: No se ve que estemos tan cerca de perder el grado de inversión. Fitch, que es la que nos tiene más cerca de perderlo, nos coloca en perspectiva estable, y para S&P y Moody’s, que nos tienen en perspectiva negativa, estamos dos o tres escalones arriba del grado de inversión.
AP: Lo que pasa es que muchos inversionistas tienen en mente lo que pasó en Brasil en 2015. Como sabes, en septiembre de ese año S&P le bajó la calificación de BBB- a BB+, luego siguió Fitch en diciembre con el mismo cambio, pero lo peor fue en febrero de 2016. S&P degradó la calificación otro escalón más, solo cinco meses después de la primera degradación, de BB+ a BB. Ese mismo mes, Moody’s redujo la calificación de deuda de Brasil directamente en dos escalones, de Baa3 a Ba2.
GC: Y ahí no paró la cosa, Alex. Brasil no solo perdió el grado de inversión en 2015, sino que después continuaron las degradaciones. Hoy su calificación de deuda soberana se encuentra en BB- para S&P y Fitch, es decir, tres escalones debajo del grado de inversión, y dos escalones abajo para Moody’s, con una calificación de Ba2.
AP: Para abonar al optimismo, en abril de este año S&P modificó la perspectiva de la calificación de Brasil de positiva a estable, y en mayo, Fitch la cambió de estable a negativa, o sea que pueden venir más degradaciones.
GC: Pero la pérdida de grado de inversión en Brasil no llegó “sin agua va”...
AP: Las tres agencias bajaron su perspectiva de estable a negativa desde antes de las degradaciones, solo que fue bastante rápido: S&P lo hizo en julio de 2015, Fitch en octubre y Moody’s en diciembre.
GC: Fue muy rápido, Alex. Las advertencias de S&P y Fitch vinieron solo dos meses antes de la pérdida de grado de inversión. S&P ya traía la calificación en BBB-, al borde del grado de inversión, pero el caso de Fitch fue más dramático, porque hizo dos degradaciones en menos de tres meses: de BBB a BBB- en octubre de 2015 y de BBB- a BB+ en diciembre.
AP: Otra cosa que preocupa a los inversionistas es que a diferencia de Brasil, la deuda de México se encuentra invertida en varios índices globales como el famoso WGBI, el índice Bloomberg Barclays, así como varios de JP Morgan o Merrill Lynch. Estimamos que hay una gran cantidad de inversionistas que tienen su dinero invertido ahí, ya sea directa o indirectamente.
GC: Es condición necesaria que esos bonos listados en los índices sean grado de inversión. En el momento en que dos calificadoras quitan ese grado, estos fondos tienen que salir a vender esos bonos y no pueden comprarlos hasta que vuelvan a ser grado de inversión.
AP: Tienen un tiempo para llevar a cabo la liquidación de esas posiciones, pero sí…
GC: Entonces, ¿a cuánto ascenderían las salidas de capital, si hubiera una pérdida de grado de inversión en el país?
AP: Hemos hecho varias estimaciones partiendo de dos pilares. Uno es la tenencia de extranjeros de bonos mexicanos en moneda local, principalmente los M Bonos, que al 20 de mayo sumaban cerca de 72 mil millones de dólares (mmdd), es decir, casi 52 por ciento de todos los M Bonos que ha emitido el gobierno federal y que no han vencido.
GC: Ese dato, que publica diariamente el Banco de México (Banxico) con un rezago de más o menos semana y media, lo publicamos en nuestro reporte “Perspectiva Semanal de Renta Fija y Tipo de Cambio”. En este documento tratamos de poner todos los indicadores relevantes sobre estos dos mercados --renta fija y tipo de cambio--. Por el lado de la oferta, decimos qué bonos emitirá el gobierno mexicano en la semana, y por el lado de la demanda, quién tiene esos bonos, si son bancos o son extranjeros. También ponemos las posiciones especulativas en la Bolsa de Chicago (Chicago Mercantile Exchange).
El reporte le gusta mucho a nuestros clientes y seguidores, además de las ideas de inversión en donde afortunadamente han sido muy exitosos.
AP: Ese dato de tenencia es justamente el que utilizamos. Y bueno, el segundo pilar son los montos que se invierten de manera pasiva y activa en estos índices, tanto de bonos gubernamentales en dólares, euros y otras divisas, como los que están en pesos (principalmente los M Bonos), así como los corporativos mexicanos en moneda extranjera.
Por ejemplo, en el caso del WGBI, hay 16 bonos gubernamentales mexicanos, que tienen un peso de poco más de 0.6 por ciento del total. Así, con estos dos datos, estimamos que podría haber ventas por cerca de 50 mmdd si México perdiera el grado de inversión.
GC: Es un monto muy grande. Recordemos que en 2009, cuando hubo una sequía de dólares por los derivados tóxicos, se generó un hoyo de 20 mmdd. Eso disparó el tipo de cambio de 9.80 a 15.40 pesos por dólar.
AP: Lo bueno es que Banxico ahora tiene muchas más reservas internacionales que en 2009, cuando ascendían a cerca de 80 mmdd. Ahora cuenta con poco más de 180 mmdd, además de la línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional, que agrega alrededor de 60 mmdd, con lo cual se da una suma bastante relevante de 240 mmdd.
GC: Y como hemos platicado, no vamos a perder el grado de inversión debido a tres factores:
AP: Uno es que todavía hay espacio para algunas disminuciones o degradaciones, si (las calificadoras) deciden hacerlo, sin que se pierda el grado de inversión.
GC: Número dos: aunque considere que sería más conveniente incrementar la deuda hoy para atajar mejor la emergencia sanitaria del Covid, la decisión del presidente de no aumentar la deuda puede ayudar a que se salve el grado de inversión.
AP: Por último, varios países están aumentando su deuda de manera significativa y México no, lo que podrá dejar al país en una situación de relativa fortaleza tan pronto como el siguiente año.
GC: Recordemos que la deuda se compara en el mundo dividiendo entre el PIB, por ello, si el endeudamiento adicional les sirve a los países para que su PIB no caiga o incluso crezca, entonces no se va a notar tanto. En cambio, en los países que están brindando apoyos muy limitados, el PIB puede caer y hacer ver más grande el cociente Deuda/PIB, a pesar de no haberse endeudado.
Vamos a ver cómo queda todo esto en unos meses, pero coincido en que habrá países con 10, 15 o hasta 20 puntos porcentuales de deuda más respecto del PIB, y en México eso no se va a ver al menos en los próximos dos años, lo cual apoya nuestra idea de que mantendrá el grado de inversión.
AP: En ese sentido, la otra diferencia importante con Brasil es el endeudamiento que tenía en 2015. En ese momento, la deuda ascendía a 73 por ciento del PIB, nada que ver con el 50 por ciento actual en México.
GC: Y hoy la deuda de Brasil ya está en 90 por ciento del PIB. Entonces, nos comparan mucho, pero en este rubro en particular no tenemos nada que ver.
En verdad no creo que perdamos grado de inversión este año ni el próximo. El año clave será 2022, cuando veamos cómo queda el mundo post-Covid, las vulnerabilidades de las diferentes economías, qué tanto ayudaron los paquetes de estímulo fiscal y qué tan endeudados quedaron esos países.
AP: Lo bueno es que hay tiempo para hacer una reforma fiscal en México que fortalezca las finanzas públicas, sobre todo después de las elecciones intermedias.
GC: También hay que cuidar el tema de las energías limpias. Recordemos que las agencias calificadoras incorporan cada vez más temas de ESG (Environmental, Social and Governance o Gobierno Corporativo, de Responsabilidad Social y Ambiental) en su evaluación de inversión, sobre todo porque los mismos fondos lo están exigiendo. Entonces, hay que cuidar eso y hay tiempo para hacerlo.
AP: Como dijimos al principio, los niveles del tipo de cambio, las tasas de rendimiento de los bonos y los CDS indican que el mercado no está viendo que México pierda el grado de inversión en el corto plazo, como algunos analistas aseveran.
TERCER BLOQUE - Mercados y sus implicaciones
AP: Vale la pena hacer un balance o reflexión sobre el comportamiento de los mercados durante todo el tiempo que ha durado la crisis de salud, al menos desde que la OMS declaró al Covid-19 como pandemia el 11 de marzo.
Todavía no hay claridad sobre el comportamiento de las curvas epidemiológicas, la forma de recuperación de la economía ni mucho menos sobre la vacuna, pero los mercados han mostrado mayor tranquilidad.
GC: Después de la fuerte tormenta en el mes de marzo, se ha observado consistentemente mayor apetito por riesgo, y esto se ha reflejado en la recuperación importante de los índices accionarios. Vale la pena destacar el S&P 500, que prácticamente ya está en los niveles de cierre del año pasado. Entonces, sí vemos una verdadera recuperación en forma de V, particularmente en varios índices accionarios de EU. También se ha visto una mejoría en primas de riesgo en bonos, tanto soberanos como corporativos, sobre todo después de las presiones que observamos al inicio de la pandemia, y algo muy importante: un debilitamiento generalizado del dólar.
AP: Es más, hasta los precios del petróleo han logrado revertir las fuertes pérdidas de marzo y abril, a pesar de las complejas negociaciones entre países productores, y sobre todo las dudas acerca de la verdadera implementación de los recortes de producción derivados de la estrategia de la OPEP+.
GC: Las noticias sobre mayor estímulo en el mundo también han contribuido en gran medida a este renovado apetito por riesgo.
AP: Tal como lo comentas, mayores estímulos de políticas económicas han ayudado al mercado, como el reciente anuncio del Banco Central Europeo de ampliar su programa de activos, o la posibilidad de medidas adicionales de ayuda fiscal en Estados Unidos, Europa y Japón, entre otros.
También permíteme resaltar un aspecto adicional que puede explicar esta dinámica: los programas de reapertura de la economía en distintos países.
GC: Todo esto se está dando a pesar de los temas geopolíticos que podrían nublar el panorama hacia adelante, tal como lo comentamos en el primer segmento de este podcast. Otro tema a destacar es que, a pesar de la diferencia tan importante entre la magnitud de la respuesta de política económica en economías avanzadas y emergentes, el optimismo (o al menos una mayor tranquilidad) se percibe prácticamente en todos los mercados.
AP: Aunque todavía es muy debatible, estamos entrando al verano con mercados financieros que reflejan una menor volatilidad. La gran duda es si la estabilidad podrá mantenerse durante todo el verano.
GC: Lo más probable es que así sea. En la segunda mitad del año, esto va a dar paso a otros temas geopolíticos, sobre todo las elecciones en EU, pero también la falta de acuerdos para la implementación del Brexit o los temores renovados por tensiones comerciales entre EU y China.
AP: Estaremos al pendiente de todas estas noticias para analizarlas con gran detalle en este espacio. Por cierto, vale la pena platicar sobre el sorpresivo reporte laboral en EU que vimos el viernes antepasado, con una creación de 2.5 millones de empleos en mayo, algo muy distinto al consenso de analistas que esperaba una pérdida de 7.5 millones de trabajos. Esto, después de una cifra devastadora en abril: 20.5 millones de puestos de trabajo perdidos.
La noticia le ha dado un impulso adicional a los mercados financieros. Aunque todavía es muy prematuro pensar que lo peor en términos económicos ya lo vimos, por lo menos ayuda a tranquilizar a los inversionistas.
GC: Así es. Una golondrina no hace verano, aunque esta golondrina es bastante grande. Los mercados van a seguir atentos a los reportes económicos que se publican día a día en el mundo, y tratarán de identificar la dinámica de la economía, especialmente ante tanto debate en torno a la forma de recuperación que podríamos ver en los países. Lo importante es que el mercado ha mostrado mayor estabilidad.