UNA RECUPERACIÓN PROMISORIA, PERO CON MATICES PARA AMÉRICA LATINA
ENTREVISTA A ALEJANDRO WERNER
EPISODIO 15 - PODCAST NORTE ECONÓMICO
- El FMI espera que la región tenga un crecimiento de 4.6 por ciento este año, el cual podría revisarse al alza.
- A excepción de Chile, ningún país regresará a los niveles del PIB anteriores a la pandemia; México podría retomarlos hasta 2023.
- Hay afectaciones importantes en el mercado laboral para trabajadores de bajos ingresos, mujeres y jóvenes, por ello se requieren estímulos focalizados.
Ciudad de México, 28 de abril de 2021.— El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que este será un año con tasas de crecimiento positivas para 176 de 190 países, después de los estragos que ocasionó la pandemia de COVID-19 el año pasado. Se espera que la región de América Latina crezca en su conjunto 4.6 por ciento, un pronóstico bastante conservador desde la perspectiva de Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
En el nuevo episodio del podcast Norte Económico, el funcionario explicó que 2021 puede ser un buen año para Latinoamérica debido al avance de la vacunación, los estímulos fiscales y la recomposición de los motores de crecimiento, aunque con desafíos importantes en materia de empleo y educación. Y a excepción de Chile, ningún país regresará a los niveles del PIB anteriores a la pandemia.
En el caso particular de México, el FMI anticipa un crecimiento de 5 por ciento sesgado al alza, aunque los niveles del PIB que se registraron en 2019 podrían retomarse hasta 2023.
Asimismo, Werner señaló que el ingreso per cápita seguirá siendo menor, ya que la población creció en este tiempo y en distintos sectores, como el de servicios, los niveles de empleo e ingresos aún están por debajo de lo que se observó hace un par de años.
El directivo del FMI advirtió que hay una afectación importante en el mercado laboral para los trabajadores de menores ingresos, las mujeres y los jóvenes. De igual forma, destacó que América Latina fue la región donde, en promedio, se perdieron más semanas de clases presenciales durante la pandemia, lo cual tendrá un impacto directo sobre la educación y los ingresos futuros de niños y adolescentes.
Finalmente, hizo un llamado a trabajar en estímulos focalizados, que permitan una recuperación más dinámica de los sectores que sufrieron las mayores afectaciones.
El episodio completo está disponible desde este miércoles en Spotify, Apple Podcast, Amazon Podcasts o en el sitio GFNorte.
Para más información a medios de comunicación:
● Francisco Rodríguez Daniel
Director Ejecutivo de Comunicación Corporativa
Cel.: (55) 4522-6753 / francisco.rodriguez.daniel@banorte.com
● Alfonso Cadena
Gerente de Relación con Medios / luis.cadena.velasco@banorte.com
Consulta un nuevo episodio cada miércoles en:
Transcripción:
Con Gabriel Casillas, Director General Adjunto del área de Análisis Económico y Relación con Inversionistas, y Alejandro Padilla, Director Ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia Financiera de Mercados. Un podcast de Banorte para encontrar el horizonte de la economía.
Entrevista a Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional.
GC: Bienvenidos a Norte Económico, el podcast de Grupo Financiero Banorte para alcanzar el horizonte de la economía. Mi nombre es Gabriel Casilla y junto con Alejandro Padilla conducimos cada semana este podcast, además de liderar los equipos de Análisis Económico y Estrategia Financiera de Mercados de Banorte. Hola, Alex, ¿cómo estás?
AP: Hola, Gabriel, me encuentro bien afortunadamente, y espero que todos ustedes también, verdaderamente emocionado por la oportunidad de platicar con un gran economista mexicano, que hoy ostenta un muy alto nivel en el Fondo Monetario Internacional.
GC: Sin duda, mi estimado Alex. Hoy estamos de plácemes al tener la oportunidad, una vez más en Norte Económico, de conversar con el doctor Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional. Estimado Alex, bienvenido una vez más a Norte Económico.
La entrevista
La coyuntura económica contada por sus protagonistas
AP: Estimados amigos de Norte Económico, es para nosotros un honor darle la bienvenida nuevamente a nuestro podcast al doctor Alejandro Werner, quien ya nos acompañó en la temporada anterior, y me atrevo a decir que en uno de los podcast de mayores elogios recibidos. Como todos ustedes saben, Alejandro Werner es un notable economista, quien cuenta con licenciatura por el ITAM y un doctorado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el MIT. Actualmente el doctor Werner es el Director del Departamento del Hemisferio Occidental dentro del Fondo Monetario Internacional, como ya comentó Gabriel, y previo a este cargo, cuenta con una gran y distinguida trayectoria. Tocayo, un gusto y todo un privilegio tenerte nuevamente en Norte Económico, bienvenido, esta es tu casa.
GC: Bueno, pues empezando, estimado Alex, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial llevaron a cabo su reunión anual de primavera hace más o menos tres semanas. Los temas que se discuten en muchos casos detonan acciones concretas para atajar problemas que son, en su mayoría, de coyuntura, sin embargo también tratan temas estructurales de mediano y largo plazo, en los que muchas veces se utilizan estas reuniones para darles seguimiento. En este sentido, quisiéramos que nos compartieras la visión que tiene el Fondo sobre esta perspectiva económica más promisoria de crecimiento a nivel global, así como los principales riesgos, entre los que escuchamos: una recuperación dispar, así como la amenaza de que se incremente sustancialmente la inflación, sobre todo en los Estados Unidos, y que esto pudiera provocar que la Reserva Federal tuviera que subir las tasas antes de lo previsto, estimado Alex.
AW: Sí, Gabriel. Como tú comentas, en estas reuniones creo que hubo muchas coincidencias en términos de la coyuntura. La economía mundial ya cerró el 2020 con un dinamismo muy importante. En la segunda mitad del 2020 vimos para la economía de Estados Unidos, obviamente la economía china, el precio de las materias primas también en niveles elevados, y básicamente las revisiones del crecimiento económico para 2020 a lo largo del segundo semestre del año se fueron revisando al alza. ¿Y qué reflejaban básicamente estas revisiones? Yo te diría tres factores: el primero, estímulos fiscales y monetarios más grandes y con mayor impacto de lo que se había anticipado, tanto en las economías avanzadas como en las emergentes. Hablaremos un poco más de América Latina más adelante, pero viendo las economías de América Latina, el espacio fiscal fue más grande del que se pensaba originalmente, y también, detrás de los impulsos monetarios de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, esto abrió espacio para que los bancos centrales de mercados emergentes bajaran mucho sus tasas de interés, entonces, los estímulos en mercados emergentes (fueron) menores que los de economías avanzadas, pero mayores a los que se habían anticipado. Eso era el primer factor.
El segundo factor fue que la economía, en casi todos los países, se acomodó mejor a operar durante la pandemia de lo que habíamos anticipado. Las disrupciones del comercio internacional fueron transitorias; uno puede ver cómo las exportaciones de todos los países empiezan a recuperarse rápidamente a partir de junio y recuperan los niveles del 2019 para el final del año, entonces, tanto manufacturas como materias primas, etcétera, recuperándose de manera muy importante tanto su producción como sus exportaciones a lo largo del año. Esto también ayudó de manera muy importante, al igual que para aquellos países que dependen de las remesas, sobre todo de las que vienen de Estados Unidos, después de un susto inicial, porque cada vez que hay una recesión importante y un aumento en la tasa de desempleo en Estados Unidos, las remesas caen. En esta ocasión pasó lo contrario: después de un par de meses muy malos, en marzo, abril y tal vez algo de mayo, se recuperaron y básicamente cerraron el año con niveles sustancialmente superiores a los del 2019, también apoyadas por los estímulos que se estaban dando en la economía de Estados Unidos y en algunas otras economías, pero también las medidas de distanciamiento social, la tecnología que nos permitió seguir trabajando en muchos sectores casi sin afectaciones importantes en nuestras operaciones, y en ese sentido, yo te diría que estos dos factores son los más importantes.
El tercero fue que los grandes problemas, más allá del tema de salud pública, pero en el ámbito financiero y macroeconómico, que se pudieron vislumbrar al inicio de la pandemia y que se tenían grandes preocupaciones, como grandes crisis de deuda soberana, contaminación de los sistemas financieros y fuga de capitales, no se materializaron. Eso permitió que la economía mundial, tanto en países emergentes como avanzados, después de la gran caída de marzo-abril (donde básicamente se cerraron las economías), se empezara a dar un proceso gradual de reapertura, pero mucho más dinámico de lo que habíamos esperado, y en eso obviamente nada más claro que la economía de Estados Unidos, que cerró el año pasado con una contracción de 3.5 por ciento y básicamente tuvo una revisión al alza; en algún momento nosotros estimamos una contracción cercana al 7 por ciento, que no se materializó. Lo mismo en la economía china, que cerró el año creciendo al 2.3 por ciento. Entonces, esos factores más la aprobación de vacunas más efectivas y un número mayor de lo que se había pensado que íbamos a tener en 2021, hacía que uno estuviese pensando en un 2021 en donde tenías, por un lado, la dinámica que ya traían las principales economías del mundo de recuperación bastante avanzada, y en segundo lugar, una reapertura del sector servicios basada en campañas de vacunación importantes, sobre todo en las economías avanzadas. Frenando un poco esa expectativa estaba, obviamente, la preocupación de las mutaciones, pero esto claramente hacía que nosotros esperáramos –y ese fue nuestro pronóstico– que la economía mundial creciese en el año 2021 a 6 por ciento, con Estados Unidos creciendo al 6.4 por ciento; la Unión Europea, la zona del euro a 4.4 por ciento, y la economía china a 8.4 por ciento.
Nada más para finalizar, también es importante decir que obviamente los planes de la administración Biden, sobre todo el segundo plan de estímulo... Recordemos que la administración del Presidente Trump, al final del año 2020, todavía puso un segundo plan de estímulo de casi 1 trillón de dólares, y la administración del Presidente Biden y el Congreso aprobaron 2 trillones más. Estos generaron (un) impulso adicional; estamos viendo un primer trimestre que con la nueva ola de contagios está siendo un poco menos dinámico de lo que se esperaba, pero por otro lado, creemos que detrás sobre todo de la campaña de vacunación que se está viendo en Estados Unidos, eventualmente avances esperados en Europa en el segundo trimestre de este año y ya el dinamismo que estamos viendo en la economía china, los tres principales motores de la economía mundial, esto lleve a un equilibrio bueno para la economía mundial, que nos dé estas tasas de crecimiento de alrededor del 6 por ciento y obviamente nos lleve también a un 2022 que todavía se espera que sea bastante bueno, con un 4.4 por ciento de crecimiento, Gabriel.
GC: Muchas gracias, Alex. Nada (mejor) para nosotros y para los que nos escuchan, que lean o escuchen esto de tu parte, que además lo explicas de manera muy profunda, muy estructurada y muy fácil de entender. Muchas gracias.
AP: Y estimado Alex, ahora quisiéramos aterrizar esta visión global que nos acabas de compartir, pero enfocada en Latinoamérica y en el Caribe, que es un área de expertise y has hecho un trabajo extraordinario en el Fondo, en relación a la región. Nos sorprendió que el staff pronosticó que 176 países de los 190 miembros van a observar tasas de crecimiento positivas en el mundo. Creo que lo explicaste muy bien con este dinamismo importante que vimos en la segunda mitad del 2020, por estos tres factores que ya comentaste, junto con el tema de las vacunas y el regreso del sector servicios en el 2021, sin embargo, también 14 países continuarán registrando una contracción en su actividad económica, como es el caso de Venezuela y varias islas del Caribe que fueron fuertemente afectadas por la pandemia. Yo creo que nuestro público, nuestro auditorio agradecería muchísimo un balance sobre la región, qué es lo que estás viendo y qué es lo que esperas hacia adelante. Muchas gracias.
AW: Gracias, Alejandro. Un poco el resultado de sincronización de la economía mundial es, obviamente, producto del haber tenido un choque tan profundo y que afectó a todo mundo, en diferentes dimensiones, pero al final del día la pandemia hizo que todas las economías en diferentes grados cerraran sus actividades, principalmente el sector servicios. Todas las economías se viesen afectadas en el segundo trimestre de manera muy poderosa, por la caída de las principales economías a nivel mundial, y eso también hace que la recuperación sea muy común a todas las economías del mundo.
En segundo lugar, hay un fenómeno casi estadístico: por lo general, cuando tienes un dinamismo muy fuerte en el segundo semestre de un año, al año siguiente siempre registras crecimiento. Es un tema que más bien se explica porque el Producto Interno Bruto o el crecimiento que nosotros vemos, que publican los institutos de estadística, es el PIB promedio de un año contra el promedio del año anterior, y en general nadie se fija en el del fin de año contra el fin del año anterior. Entonces, en los promedios todavía el crecimiento del año anterior te ayuda mucho, un tema técnico, etcétera, pero básicamente si tú creces mucho en el segundo semestre de un año, casi tienes garantizado que tu promedio de crecimiento el año siguiente va a ser positivo. Eso es un poco lo que estamos viendo; los técnicos de los pronósticos le llaman el carry over de un año al otro, y ese carry over casi te está garantizando este resultado.
Ahora, en América Latina, como tú decías, y en casi todas las regiones cuando las analices, yo te diría que para analizar la recuperación que se está dando hay que ver tres factores: uno obviamente es la vacunación. Esta va a permitir que las economías se reabran, los servicios, los restaurantes, cines, estadios, etcétera, y esto obviamente va a ayudar más a las economías que vayan más avanzadas. Ahí está el caso de Chile, donde ya más del 50 por ciento de la población ha recibido una dosis, y en ese sentido la economía chilena va liderando a América Latina. Luego tenemos a la economía de Uruguay, algunas economías en el Caribe, como Barbados, etcétera, con buenos niveles de vacunación, y luego el resto de las economías grandes con niveles abajo del 10 por ciento, alrededor o rascando el 10 por ciento de la población con al menos una dosis.
En segundo lugar, es importante destacar los estímulos fiscales y monetarios que se otorgaron durante 2020, que se pueden seguir otorgando durante 2021, y que obviamente ayudan, sobre todo a aquellas familias que perdieron su empleo o tuvieron que cerrar su negocio, que tienen que refinanciar deudas, y los programas para apoyar a las empresas ayudan a que este refinanciamiento de la deuda sea más suave y que puedan mantener un mejor nivel de operación. En ese sentido, tenemos el caso de Brasil, que hizo un programa fiscal superior o alrededor de 8 por ciento del PIB, esto lo tenemos en un extremo dentro de los países grandes, y el caso de México, donde casi no hubo apoyos. Y luego vemos dos casos interesantes en Perú y Chile, donde hubo apoyos importantes por parte del gobierno y también se permitió retiro de las cuentas de pensiones, de las Afores de estos países. En el caso de Chile se llaman las AFPs; nosotros hemos dicho que esa fue una muy mala medida, porque primero son dos países que tenían espacio fiscal, entonces, si era necesario hacer más se podía haber hecho desde el presupuesto público, y por otro lado estás deteriorando los activos de las cuentas de pensiones. Entonces, estás debilitando el poder adquisitivo a la hora de que estos individuos se pensionen en el futuro, y probablemente estás ayudando a gente que no necesita ayuda, porque no estás discriminando entre el que perdió el trabajo y el que no perdió el trabajo. Pero desde el punto de vista macro, esto ayuda a la demanda agregada, al consumo, y se está reflejando en los números macro. Es por eso que Chile, además de haber hecho un impulso fiscal importante con el retiro de las cuentas de pensiones, es el país que va a recuperar el nivel del Producto Interno Bruto de 2019 primero en América Latina, lo va a recuperar en 2021, mientras que el resto de los países se tardarán hasta 2022 y en el caso de México, probablemente hasta 2023.
En Brasil también: el gran estímulo fiscal que se hizo nos dio como resultado que la economía brasileña se haya contraído alrededor de 4 por ciento en el 2020, mientras que México, beneficiándose ampliamente de los estímulos fiscales en Estados Unidos, tuvo una contracción de 8 por ciento. Entonces México, siendo un país que por su posición geográfica y por la recuperación de exportaciones se debió haber beneficiado mucho, aun con este beneficio se contrajo de manera importante porque no hubo estímulos tan generosos como vimos en otras economías, principalmente en este caso de Brasil. Y en eso es interesante ver también cómo se comportó el consumo privado. Como dije, en el caso de Chile, con toda esta ayuda, el consumo privado al final del 2020 ya era mayor que al final del 2019, mientras que en México, el consumo privado en el cuarto trimestre de 2020 probablemente estaba 10 por ciento abajo que en el cuarto trimestre de 2019. (Se trata de) la economía con peor desempeño del consumo privado de las grandes de América Latina; el resto estaban en medio de estos dos países.
Tú mencionaste claramente países que fueron los más afectados, no por la pandemia, pero sí por ser economías pequeñas, altamente dependientes de una sola actividad que resultó de las más afectadas por la pandemia, que es el turismo. Entonces, cuando tú ves a las economías del Caribe, claramente ves caídas el año pasado de 15 por ciento, 18 por ciento, 16 por ciento, porque la llegada de turistas se colapsó un 100 por ciento, empezó a recuperarse a mitad del año, y muy probablemente la temporada alta de turismo en el Caribe es diciembre-marzo. Esa temporada ya se perdió, entonces, una parte muy importante de la actividad económica promedio del año se genera en los primeros cuatro meses, y eso ya se perdió, por eso vas a tener otro año probablemente de caídas en estas economías y obviamente sufriendo de manera importante.
Yo te diría que un factor que ha ayudado a la recuperación de la región claramente son los términos de intercambio. México (está) altamente enfocado en manufacturas; en el lado exportador, la recuperación de Estados Unidos ayuda de manera muy importante, y ahí la pregunta que algunos analistas tienen (y me imagino que ustedes la están debatiendo en sus equipos) es qué tanto va a ayudar Estados Unidos a la recuperación de México, en qué medida el crecimiento que vamos a ver en EE.UU. en 2021 va a estar más cargado a servicios, porque es el sector que se cerró más y todavía no se ha recuperado, se va a recuperar con las vacunas, pero es el que está menos enganchado con México, estamos más enganchados al consumo y al consumo de bienes durables, etcétera, que ya se recuperó en 2020. Entonces los analistas, para analizar un poco cuál va a ser el impacto sobre la economía mexicana, por lo general tienen ciertas sensibilidades de la economía mexicana al crecimiento de EE.UU., y ahorita están tratando de entender si esa sensibilidad va a ser un poco menor porque ya tuvimos una parte importante de la ayuda en el 20, que fue a través del canal más conectado con México, que eran los automóviles, los refrigeradores, etcétera, y en el 21 puede ser un poco menos vinculado, porque va a venir por el lado de los restaurantes, los servicios, etcétera, aunque el turismo nos puede ayudar de manera importante.
Cuando analices la región, las grandes economías de Sudamérica más vinculadas al ciclo de commodities, y ahí obviamente, desde la mitad del año pasado la soja, el cobre y el acero empezaron a tener recuperaciones muy importantes, lo cual está ayudando a la recuperación de esas economías. El petróleo (está) más retrasado, entonces, cuando ves a Colombia y a Ecuador, su recuperación puede haberse visto retrasada por eso, pero ya hacia el cierre del año recuperando los niveles de 2019.
Y finalmente destacar algunas economías de América Latina que ya traían problemas financieros antes de la pandemia. Obviamente, el caso de Venezuela siempre lo hemos hablado aquí, una economía que va a ser estudiada en los libros de historia económica como aquellas grandes catástrofes económicas en la historia, en los últimos siglos. Una economía que se contrae 70 por ciento los últimos seis años. Solo ves esos casos en economías muy pequeñas que sufren un terremoto, un huracán o que pasan por un conflicto interno, una guerra civil. Este es el único o el mayor desastre económico producto de malas políticas públicas. Luego tienes el caso argentino, que entró en una crisis de balanza de pagos, en una reestructura de su deuda el año pasado, (tras) varios años de nulo crecimiento y debilidad financiera, y también el caso de Ecuador, que tuvo una reestructura de deuda soberana el año pasado, luego una gran incertidumbre política por la elección que se acaba de definir en segunda vuelta hace unas semanas, y ahora vamos a ver hacia dónde encamina el nuevo gobierno esa economía, pero son casos en los cuales la reestructura de la deuda ya se veía venir y la pandemia fue solo el último clavo en este problema, que los orilló a llevar a cabo estos procesos.
Yo te diría, nada más para concluir, que nuestro pronóstico de crecimiento en América Latina de 4.6 por ciento para este año, aun con el endurecimiento de la pandemia en algunos países, es bastante conservador. Como te decía, una parte importante de este crecimiento ya está casi realizada por el buen cierre que tuvimos el año pasado, y en ausencia de cierres muy largos de estas economías en los próximos meses, muy probablemente este crecimiento se vaya a dar. Nuevamente, en el caso de México, estamos anticipando un crecimiento de 5 por ciento para este año; yo te diría que tampoco me sorprendería si el crecimiento puede ser un poco mayor, por el dinamismo de la economía de EE.UU. Aún para la economía de EE.UU., todavía en el pronóstico no introdujimos ninguno de los paquetes de infraestructura ni el paquete social de la administración de Biden que todavía no aprueba el Congreso. Y ya para finalizar, nada más te comentaría que la economía peruana, que de estas economías grandes de América Latina fue la que tuvo la mayor caída el año pasado -superior al 11 por ciento-, también va a ser la que tenga la mayor recuperación este año, casi 9 por ciento de recuperación. Es el mejor ejemplo de este fenómeno de arrastre, el arrastre en la economía peruana probablemente es de dos dígitos. Aunque la economía se mantenga flat durante el año, el puro efecto del segundo semestre del año anterior la llevaría a crecer tal vez al 11 por ciento. Realmente nuestros economistas están siendo muy precavidos pensando que la economía de Perú solo va a crecer un 8.5 o 9 por ciento, porque esto implica un muy mal primer trimestre.
Yo te diría que todavía tenemos un riesgo al alza en nuestros pronósticos para América Latina. Puede ser un buen año en crecimiento, mal año en nivel, porque todavía no vamos a recuperar el nivel que teníamos al cierre del 2019, y en términos per cápita va a tardar algunos años más hasta que se recuperen esos niveles, por eso dejando las economías de América Latina con altos niveles de deuda, niveles de pobreza y distribución del ingreso deteriorados, y en un contexto electoral bastante cargado, porque tenemos elecciones para el Congreso en Argentina y en México este año, elecciones presidenciales en Perú, la segunda vuelta ya dentro de muy poco, tenemos elecciones presidenciales también en Chile y en 2022 Brasil y Colombia.
AP: Muchas gracias, tocayo, un balance muy completo y muy interesante sobre qué esperar de la región y sobre todo me quedo con dos cosas: esto que comentaste de la recomposición de los motores de crecimiento, porque es algo que también estamos viendo en los mercados financieros, sobre todo en el mercado accionario, esta recomposición de qué es lo que pasa con algunos sectores, y obviamente esto también está embebido en las estimaciones de crecimiento para México y el debate que tú bien mencionas sobre qué tanto el tema de manufactura le puede contribuir más a México y cómo la parte de turismo puede ser un catalizador importante. Y bueno, también el otro tema muy interesante fue el riesgo al alza que ven para los estimados de crecimiento para la región. Muchas gracias.
GC: Que en ese sentido si me permites, nos da gusto que digas que es conservable el 5%, nosotros traemos 5.3%. Entonces al menos, un poquito por arriba esperamos que sea el crecimiento o un poco más si es posible. Entonces, vamos a ver.
Oye, pues yo también me uno al agradecimiento de Alex Padilla por ilustrarnos sobre la situación económica desde un punto de vista regional. Ahora, quisiéramos poner también énfasis en el mercado laboral. Leíamos en el World Economic Outlook que publicaron que destaca que los jóvenes, las mujeres, así como los trabajadores con menores niveles de educación o empleados en la informalidad han sido la población más afectada y que la educación también ha resultado afectada en países de bajos ingresos, sobre todo por la desigualdad desde muchas aristas.
Entonces, ¿cómo ves este tema en Latinoamérica? Que es una de las regiones, como bien sabemos, en donde podríamos observar estas características.
AW: Yo creo que es un tema muy preocupante, como tú mencionabas, Gabriel. Si por ejemplo vemos el indicador de empleo de las cinco economías más grandes de América Latina y lo dividimos entre género y alto y bajo salario, y nos fijamos en los trabajadores masculinos y en el sector de altos salarios muy probablemente la región hacia el cierre del 2020, el empleo ya estaba a los niveles del cierre de 2019. Entonces, hombres de altos salarios, básicamente no vemos una caída muy importante al cierre del año en términos de empleos. Mujeres de salarios altos y medios, pues vemos una caída como de 7%, 5%... Último trimestre de 2020 contra último trimestre de 2019. Vamos bajando en nivel de salario si vemos hombres de salarios bajos, el empleo todavía está 10% debajo de donde estaba el cierre del 19, mujeres salarios bajos está 15… rozándole al… sí yo diría 15, 17% abajo del cierre del 19, ¿no? Y cuando vemos ingresos… los ingresos de los hombres de los altos salarios todavía no se han recuperado a los niveles del 2020 y de ahí para abajo, digamos la situación se ve peor para cada uno de estos segmentos. Entonces, podemos decir que las mujeres de bajos salarios y luego los hombres de bajos salarios son los que han visto más afectados tanto los indicadores de empleo como los indicadores de salarios y aquí, no lo mencioné, pero claramente si también vemos jóvenes versus trabajadores de mayor edad, a mí, el empleo joven y los ingresos de los trabajadores jóvenes altamente afectados.
Eso, yo creo que nos dice dos cosas que también nos permite calificar digamos lo que podría comentarse tal vez o hasta usarse desde un punto de vista más político o propagandístico como un buen año económico. Cuando lo vemos en crecimiento, cuando lo vemos en niveles, el año no es bueno, porque todavía digamos en el caso de México o en el de América Latina estamos significativamente por debajo de donde estábamos antes de la pandemia.
Y luego, aunque recuperemos los niveles del 2019, en términos per cápita estaremos por debajo, o sea, el ingreso por ciudadano será todavía menor del que teníamos antes, porque en todo este tiempo la población siguió creciendo, y también vamos a tener sectores de la población muy importantes que todavía estarán con niveles de ingreso y de empleo mucho menores de los que teníamos antes, aunque el PIB en general se recupere, ¿por qué? Porque como mencionaba Gabriel, en ciertos sectores de alta productividad que pueden utilizar las nuevas tecnologías y los sectores de nuevas tecnologías, estos sectores se expandieron y contratan empleados de altos sueldos y probablemente con experiencia ya en el mercado laboral. Sin embargo, los trabajadores en el sector servicios, que cerró y que probablemente no reabra con el mismo dinamismo que veíamos antes, van a seguir mostrando una debilidad muy importante en el mercado laboral.
Entonces, aun con una recuperación económica, seguiremos viendo que los trabajadores de menores ingresos, las mujeres, los jóvenes continuarán mostrando niveles de desempleo muy importantes, y de ahí un poco nuestra recomendación de que se siga pensando en estímulos más focalizados, pero que permitan que estos sectores tengan una recuperación más dinámica de la que tendrían en ausencia de estas políticas.
Entonces, yo creo que esto es parte de lo que los analistas están mencionando como las grandes heridas de esta crisis económica. Obviamente la herida más importante es la crisis de salud pública, las muertes y el impacto que está teniendo sobre las familias desde el punto de vista de la pérdida de vidas que esto está teniendo… pero también cuando lo vemos desde el punto de vista económico, probablemente cuando nos paremos en algún momento del año 2022 y la pandemia ya esté controlada, vamos a ver que han desaparecido empresas de personas que todavía tenían mucho qué aportar al mercado laboral pero tal vez estaban en el rango de edad de 50-55 perdieron el empleo, y ya nadie los contrata, entonces vamos a perder años de trabajo de esas poblaciones, que probablemente tienen mucho qué aportar pero la economía ya no va a tener cómo utilizarlos.
Y el último gran tema en este fenómeno de las heridas de la crisis es la educación. América Latina fue la región del mundo en donde en promedio se perdieron más semanas, totales o parciales de clases presenciales, lo cual tiene un impacto importante sobre los ingresos futuros y sobre la educación obviamente de nuestros niños y adolescentes y también es digamos una de las regiones en donde la educación se hizo todavía más desigual durante la pandemia, que antes de la pandemia, ¿por qué? Porque claramente el acceso a Internet, el acceso digamos a materiales digamos para poder regresar a la escuela de manera con mayor protección, es muy desigual entre ciudades y zonas rurales, entre escuelas privadas y públicas y obviamente esto generará una mayor desigualdad en el ingreso en el futuro. Por eso yo te diría en la medida que las economías se vayan recuperando, los apoyos económicos tienen que redireccionarse a apoyar la creación de empleos para estos sectores tremendamente afectados y también apoyar de manera muy importante medidas remediales en el ámbito educativo para tratar de compensar la pérdida que tuvieron los niños durante el año 20, que todavía tendrán durante el 21, entonces digamos, nosotros en el Fondo Monetario no somos expertos en el tema educativo, pero claramente hay gente que ha estudiado muy bien cómo tratar de recuperar la mayor cantidad de instrucción posible para nuestros niños una vez que la economía se empiece a recuperar. Creo que es un factor muy importante y no lo estamos viendo en el centro de la discusión en América Latina, ¿cómo le vamos a hacer para que los niños…para que compensemos de la mejor manera posible sin impactos negativos sobre la educación de los niños en América Latina?
AP: Mi estimado Alejandro, pues un tema también muy importante son las recomendaciones de política económica que hace el Fondo Monetario; en este sentido, desde la óptica de política monetaria la institución recomienda mantener condiciones acomodaticias en la medida de lo posible, y por otro lado, que los gobiernos continúen instrumentando -o instrumenten si no lo han hecho- política fiscal que apoye la recuperación, sobre todo enfocada a los sectores más afectados, y que utilicen el espacio fiscal de manera más eficiente evitando asignación de gasto a proyectos ineficientes.
¿Cómo ves la instrumentación de estas políticas en el hemisferio occidental, mi estimado Alex?
AW: Mira, yo creo que es importante entender bien la recomendación, es decir: que estas políticas se sigan implementando en 2021 porque la recuperación económica es frágil, es desigual, la pandemia todavía en América Latina sigue de manera muy intensa y la vacunación va avanzando de manera muy lenta, comparada con los países avanzados, y en ese sentido es importante que se siga apoyando a las familias y las empresas más afectadas por la pandemia, y se siga apoyando la recuperación económica desde la palanca pública, que en ese sentido, las dos grandes políticas públicas son la política monetaria y la fiscal.
Esto no quiere decir que el apoyo tenga que ser igual y en la misma intensidad que en el año 2020, pero que no desaparezca, casi bajando el switch en 2021, porque las condiciones económicas no son de una recuperación plena ni con un nivel de incertidumbre muy bajo. Entonces, eso no quiere decir que las tasas de interés tengan que mantenerse en los mismos niveles, ni que el déficit público no tenga que reducirse. Pero, comparado con los niveles de equilibrio, todavía permanezcamos en la zona de laxitud en términos de las políticas públicas.
¿Qué pasa en la parte monetaria? Muchos países de la región redujeron de manera muy importante las tasas de interés, casi a cero y en términos reales negativos, otros no tanto, pero yo te diría que todos los países las redujeron de manera muy importante. En el 2021 estamos viendo dos fenómenos que están generando cierta inquietud en el ámbito monetario: uno es un tema que no contesté en la primera pregunta de Gabriel, que es la incertidumbre que está generando en Estados Unidos este gran impulso fiscal que se está haciendo para apoyar la pandemia, pero también para apoyar la infraestructura y eventualmente la infraestructura social. Está generando dudas sobre: potenciales presiones inflacionarias en Estados Unidos en el futuro, potenciales presiones sobre las tasas de interés de la deuda pública en Estados Unidos, porque el gobierno va a tener que emitir trillones y trillones de deuda pública, y obviamente esto hizo que las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos subieran de manera importante, de niveles inferiores a 1 por ciento a niveles que llegaron a estar cerca del 1.7 por ciento, en el rango entre 1.6 y 1.7 (ahorita entre 1.56 o algo así), un incremento muy alto. Esto obviamente afecta negativamente los flujos de capitales a la región de América Latina, a los mercados emergentes, y genera volatilidad en los mercados emergentes. Ante esa volatilidad, los bancos centrales dicen "vamos a tomarnos una pausa en medidas de laxitud", y comparado con los mercados tan calmados que teníamos antes, probablemente este tiene que ser un año en el que tenemos que compensarle un poco más al inversionista por el riesgo de esta volatilidad. Eso podría llevar, como ya llevó en el caso de Brasil, a subidas en las tasas de interés.
Por otro lado está el reto inflacionario, que los bancos centrales de la región han manejado muy bien, pero que de todas maneras, en un contexto novedoso, de pandemia, con estas dudas de la política fiscal en Estados Unidos, etcétera, presenta retos. ¿Qué es? La expectativa de un aumento transitorio en la inflación, asociado a que en el segundo y, probablemente también, en el tercer trimestre del año pasado hubo precios artificialmente bajos por razones de la pandemia. El caso más ilustrativo de esto es el precio del petróleo (Brent llegó a estar hasta en niveles negativos). Entonces, cuando comparamos precios (del) segundo trimestre del 2021 contra el segundo trimestre del 2020, obviamente los aumentos van a ser importantes. En ese sentido, esto debería generar una joroba en la inflación de muchos países, un aumento transitorio de la inflación anual en el segundo y en el tercer trimestre, que luego se debería corregir casi automáticamente, sin embargo, la preocupación de los bancos centrales es: entre la potencial volatilidad en los mercados financieros, este aumento transitorio en la inflación, que las expectativas de inflación de mediano plazo no se salgan de control. Entonces, estos factores van a llevar a una pausa monetaria en algunos lugares donde, como en el caso de Brasil, la complicación fiscal también es importante y hay ciertas dudas sobre el equilibrio macroeconómico, llevaron a una reacción importante del banco central, a subir 75 puntos base sus tasas de interés.
Bancos centrales y países que tienen muy bien anclado lo monetario y lo fiscal, como Perú y Chile, sin ningún problema, con sus tasas muy cerca de cero por un periodo largo, y economías como Colombia y México, cuyos bancos centrales tienen mucha credibilidad, pero también tienen una situación fiscal no tan sólida como Chile y Perú en términos de deuda (tenemos deuda que tal vez, en términos del PIB, es el doble de la de ellos), claramente los inversionistas pueden tener un poco más de dudas, y ahí los bancos centrales están un poco más atentos a la evolución de los mercados.
En la parte fiscal, el reto importante es cómo mantener cierto estímulo fiscal después de haber realizado un estímulo fiscal en 2020, pero la combinación de estos dos impulsos o ayudas fiscales importantes llevó a un aumento en el nivel de deuda muy importante en todos los países de América Latina, y también la caída en recaudación y del Producto Interno Bruto. La deuda como porcentaje del PIB en América Latina, en promedio, subió del 2019 al 2020 tal vez unos ocho puntos del PIB.
En un entorno financiero un poco más volátil, también los países se empiezan a preocupar sobre la percepción de los inversionistas de la capacidad de estos gobiernos de mantener finanzas públicas sanas, sostenibilidad de la deuda y acceso a los mercados financieros en buenos términos. Entonces, las autoridades fiscales están tratando de encontrar el punto óptimo de seguir dando apoyos, pero sin generar la duda de si el sistema político va a lograr volver a la normalidad fiscal, de sostenibilidad fiscal que habíamos visto antes de la pandemia, pero ahora con niveles de deuda más altos. Por ejemplo, si nosotros vemos los aumentos en los déficits que se dieron en América Latina después de la crisis financiera global en 2009-2010, deshacer estos aumentos en déficits que experimentaron los países de América Latina en estos años tardó cuatro, cinco años, y en muchos casos todavía no se ha realizado hasta la fecha.
Los gobiernos tienen la duda de que, empezando con niveles de deuda más altos, si ahora no muestro un comportamiento fiscal más prudente, no vaya a ser que sobre todo en un entorno de mercados más complicados y además en esta asincronización de la recuperación, en donde claramente Estados Unidos se va a recuperar más rápido que nosotros y las tasas de interés en EE.UU. van a subir antes de lo que sería bueno para nosotros (porque todavía vamos a estar vacunando y en proceso de recuperación)... Si esto ocurre ya no voy a tener el soporte de una expansión monetaria en los países avanzados, y no me vaya a encontrar estos cambios en los mercados financieros en un momento en el que mi política fiscal no genere la credibilidad que tenga que generar. Entonces, lo mejor sería tener un marco de disciplina fiscal institucional muy sólido, que garantice que cuando se acabe la pandemia voy a volver a la normalidad. Y eso me permitiría ayudar más a la economía en el corto plazo, porque los inversionistas dirían "a mí no me importan tanto dos puntos más de deuda o dos puntos menos, lo que me importa es que permanentemente, cuando termine la pandemia, sepa que te vas a un superávit primario.
Pero como institucionalmente es muy difícil generar este anclaje de expectativas de sostenibilidad fiscal, porque al final del día depende del sistema político, de las elecciones y de los consejos políticos, etcétera, los inversionistas luego van a querer ver cierta acción temprana, cierta disciplina que, aunque no sea lo más adecuado desde el punto de vista cíclico, sí mandé una señal clara de responsabilidad fiscal.
Las autoridades fiscales están tratando de encontrar ese óptimo. Por ejemplo, en el caso de Colombia, que es muy interesante, están diciendo "nosotros vamos a tener el mismo déficit en 2021 que en 2020", y es un déficit bastante grande. Sin embargo, ya enviaron al Congreso una reforma fiscal donde cierran tratamientos preferenciales en IVA, donde cierran tratamientos preferenciales en el impuesto sobre la renta corporativo, en donde ponen impuestos ecológicos importantes, también ponen una tarifa solidaria -que es una sobre tarifa sobre el impuesto sobre la renta, que va a durar nada más unos años-, entonces, lo que están tratando de hacer los colombianos es decir "oigan, yo voy a seguir estimulando este año, pero vamos a pasar una reforma fiscal que te va a garantizar que en 2022 ya estamos listos para regresar fiscalmente a nuestra normalidad"
Ese es un approach.
Los brasileños hicieron el estímulo más grande en 2020 y dijeron "en 2021 no hacemos nada más". Y obviamente ahora el Congreso dijo "bueno no, nada más no, vamos a hacer un poco", y básicamente el paquete más popular y probablemente más relevante, que era el enfocado en transferencias a los hogares de menores ingresos que sufrían durante la pandemia, se restableció con una mejor focalización y en menores niveles, pero políticamente, la visión del sistema político fue "esto hay que restablecerlo", pero en términos generales, la visión de la autoridad fiscal en Brasil fue "tenemos que mandar una señal de que el periodo excepcional de ayuda se acabó, porque dado que nuestra deuda se está moviendo hacia un nivel de 100 por ciento del PIB y hay incertidumbre política, tenemos que mandar una señal muy clara de que aquí, desde el punto de vista fiscal, ya estamos regresando a un modo de operación de consolidación fiscal".
Esos son los retos que están enfrentando las autoridades fiscales y monetarias, de navegar en un entorno difícil. Finalmente hay que destacar que los mercados financieros internacionales siguen siendo favorables para las economías emergentes y América Latina, en términos de colocaciones de deuda soberana. Hemos visto un enero que fue el mejor en los últimos 10 años; seguimos viendo espacios importantes como los que han sido aprovechados por el gobierno de México y también para los corporativos. Donde vemos mayor complejidad es en el retorno de los inversionistas extranjeros a los mercados locales de deuda, ahí todavía vemos un cierto escepticismo tal vez por la volatilidad cambiaria, tal vez sienten que las tasas de interés en moneda local todavía no se han ajustado lo suficiente para reflejar el riesgo cambiario y el riesgo de inflación que pueden ver en el futuro, y ahí sí vemos todavía cierta reticencia de los inversionistas internacionales de regresar a comprar bonos soberanos, pero en moneda nacional, en México, Colombia, etcétera, a 10 o 30 años.
GC: Oye, estimado Alex, pues verdaderamente una cátedra de política económica que te agradecemos mucho. Y bueno, pasando a una última pregunta de carácter técnico -antes de preguntarte algo más personal-, quisiéramos preguntarte un tema muy propio del Fondo Monetario Internacional. En las reuniones de hace tres semanas se habló de una nueva asignación de derechos especiales de giro, estos DEGs. Quisiéramos que nos platicaras sobre qué significa esto y cómo podrían beneficiarse los países que podrían necesitar apoyo para observar una mejor recuperación económica después de COVID, asimismo, si nos quisieras comentar sobre algunas otras formas en las que el Fondo Monetario está apoyando a estas economías, te lo vamos a agradecer.
AW: Empezando por la segunda parte de tu pregunta, que es la más fácil, el Fondo Monetario, desde que empezó la pandemia a la fecha, ha otorgado alrededor de 110 billones de dólares de apoyos a las economías. De estos 110 billones de apoyo, hay como 30 billones que se dieron en un producto que son líneas de emergencia, que tradicionalmente se usaban para economías que sufren huracanes o terremotos, que no son los programas tradicionales del Fondo Monetario, que van de la mano de un programa económico, etcétera, porque lo último que quieres cuando a un país le pega un huracán es que llegue un equipo nuestro y les diga "oye, cuál va a ser tu política monetaria, estructural y fiscal; no cuadra, y vamos a negociar por cuatro meses", más bien son productos que le prestan cierta cantidad de recursos a los países, todo de una sola vez al principio, sin condicionalidad. Entonces, por esta vía ayudamos a un número muy importante de países y fueron 30 mil millones de dólares.
Luego, un poquito más de 50 mil millones de dólares en líneas contingentes, como la línea que tiene México; México ya la tenía como por 60 mil millones de dólares, pero por ejemplo, en el caso de Chile y Perú no tenían esta línea, la solicitaron y Colombia la amplió, Panamá también tuvo una línea que es de un nivel de calidad un poco menor, porque institucionalmente no tiene la fuerza de los otros países, pero también es una línea de crédito contingente, entonces, a través de estas líneas de crédito contingentes se otorgaron como 50 mil millones de dólares. Los países las tienen, eso le da la seguridad al país tal vez para hacer un programa fiscal más agresivo, porque dicen "bueno, si por alguna razón los mercados tienen volatilidad y no tengo el acceso que yo esperaba, cuento con la línea de crédito flexible y me puedo financiar por ahí".
Y luego hubo otros 30 mil millones de dólares de programas más tradicionales, como los programas de stand by o los estructurales del Fondo, con Egipto, Ecuador y Costa Rica, en donde después de las líneas de emergencia estos países negociaron programas de mediano plazo, que son más o menos por este monto. Eso es un poco lo que se hizo hasta la fecha, en términos de apoyo durante la pandemia, y luego viene esta emisión de derechos especiales de giro, que se debatió en el G-20, tuvo un gran apoyo entre los países miembros del FMI y tendría que ser aprobada por nuestra junta directiva en los próximos meses, por 650 billones americanos de derechos especiales de giro.
¿Qué son estos derechos especiales de giro? Esto nos revierte hacia la creación del Fondo Monetario. El diseño del FMI se realizó por dos personas, una era John Maynard Keynes y la otra era Harry Dexter White, un inglés y un americano. Además de muchas dimensiones en donde se debatió cuál iba a ser la estructura y la función del Fondo Monetario, había una que era si el Fondo Monetario iba a actuar como un banco central a nivel internacional. En ese sentido, Keynes empujaba esa visión y White decía que esta no podría ser la vía por la cual el Fondo Monetario debía operar.
Al final predominó la visión americana de Harry Dexter White, entonces, el Fondo no tiene la capacidad de emitir moneda, pero lo que se creó son estos derechos especiales de giro. ¿Qué son estos derechos especiales de giro? Activos que se le pueden emitir a todos los miembros del Fondo Monetario, que no son de curso corriente (o sea, si tú quieres ir con un derecho especial de giro al súper nadie te lo va a aceptar, y si vas a un mercado financiero y le quieres comprar a Banorte CETES o le quieres comprar a JPMorgan una acción de Amazon, no te la van a vender). Son moneda que solo se puede intercambiar entre bancos centrales, pero los bancos centrales están dispuestos y hay un mecanismo de intercambio dentro del Fondo Monetario, por el cual puedes intercambiar este activo por monedas duras. Entonces, lo que termina siendo este activo es un mecanismo a través del cual las economías en desarrollo pueden fortalecer sus reservas, y en caso de ser necesario usarlas, tienen un tracks de reservas que son dólares. Estas las pueden usar directamente, pero si llegan hasta los derechos especiales de giro, lo que tienen que hacer es venir al Fondo Monetario, pedir intercambiar estos derechos especiales de giro por dólares, euros o yuanes; el Fondo ya estableció un mecanismo para hacerlo de esta manera, entonces le otorgamos la moneda dura y la economía de la que estemos hablando ya puede utilizar estos dólares o euros para intervenir en el mercado o hacer algún otro tipo de actividad.
Básicamente, a través de esta acción se fortalecen los activos de los bancos centrales de mercados emergentes, a través de la creación de este activo, que de ser necesario puede ser convertido en moneda dura. En aquellos países que no tienen bancos centrales independientes y que el banco central sigue siendo parte del gobierno, básicamente también... Luego parte de estos activos se los puede prestar el banco central a la Secretaría de Hacienda para que expanda su déficit, por ejemplo, y lo puede financiar con estos derechos especiales de giro.
Una operación similar se hizo durante la crisis financiera global, más pequeña, pero un poco lo que esto permite es ampliar la liquidez a nivel global y la capacidad de acción de los bancos centrales en mercados emergentes, en momentos en donde puede haber volatilidad en estos mercados. Entonces, pensando en un entorno internacional en el cual el Tesoro de los Estados Unidos va a colocar 20, 30 por ciento del PIB en nueva deuda en los próximos años, y esto puede generar volatilidad importante en los mercados financieros; también va a venir el proceso de normalización de la política monetaria del Fed y del Banco Central Europeo, claramente el que los bancos centrales de mercados emergentes tengan un soporte adicional en términos de sus activos y su balance es importante. Y para algunos países pequeños, con bancos centrales no independientes, claramente esto puede servir para financiar al gobierno, para poder llevar a cabo una política fiscal que apoye un poco más la actividad económica durante estos años de bajo nivel de actividad asociado con la pandemia.
Recomendaciones y despedida
GC: Muchísimas gracias, estimado Alex. Verdaderamente qué buena explicación de los DEGs, he leído varias, he escuchado varias, me ha tocado dar alguna en clase, pero sin duda esta es la mejor, muchísimas gracias por eso.
Oye, pues llegamos a la parte personal, ya para finalizar este podcast que sin duda ha sido muy interesante, y siempre nos gusta -como ya supiste la vez pasada- preguntar alguna recomendación de algún libro o de algún vino, o bueno, puede no necesariamente ser vino, pero no sé si quisieras recomendarnos alguna cosa. Alex Padilla, no sé si quieras comentar algo al respecto.
AP: Sí, pues va a ser muy interesante saber qué está leyendo o qué recomienda el doctor Alejandro Werner en estos momentos.
AW: Como oí otros de los podcast, ahí ya me preparé. Pero más allá de lo que he leído en los últimos meses, yo te diría... Primero hay dos libros de no ficción que me gustaron, uno fue Cómo mueren las democracias de Levitsky y Ziblatt, y luego este libro de populismode Jan-Werner Müller, que es interesante porque pone el tema del populismo en un contexto un poco más de ciencia política. Lo ve más como un estilo que como una ideología, y creo que ahí dentro caben regímenes muy atípicos como los que se ven alrededor del mundo, que a veces es difícil tipificarlos con una sola política económica o social. Creo que son dos libros interesantes para los tiempos que se han vivido y se están viviendo en el mundo.
Y de novelas, me gustó la que creo que fue la última de Vargas Llosa, la de Tiempos recios sobre Guatemala, en los 50's, 60's. Se me hizo una novela interesante, fácil de leer y educativa (yo no conocía mucho de la historia de Guatemala).
En términos de vino, uno que conocí cuando se hizo la reunión del BID en Mendoza fue El Enemigo, un Malbec argentino bueno, que no conocía y luego no se vende o no se vendía tanto en Estados Unidos y en México, pero ya se consigue en todo el mundo, de un viñedo más chico, bastante bueno y diferente. Esas son las recomendaciones.
GC: Venga, estimado Alex. Se escuchan muy bien y además nos dejas bastante tarea, por lo que veo. Te lo agradecemos muchísimo.
AW: De nada, gracias por la invitación.
AP: Muchísimas gracias. Comentarios muy interesantes, que van a ser de gran utilidad para todas las personas que nos escuchan. Doctor Alejandro Werner, muchísimas gracias por acompañarnos.
GC: Muchísimas gracias, estimado Alex. La verdad siempre es un gusto tenerte por acá y que hayas dedicado tu abultada agenda y tu tiempo a platicarnos con tanto detalle, profundidad y además de manera muy agradable aspectos bien interesantes de la economía global. Muchísimas gracias, Alex, y todo lo mejor.
AW: Gracias, igualmente, un gusto estar con ustedes nuevamente.
GC: Bueno, estimados, hasta aquí Norte Económico. Creo que fue un episodio muy interesante, en el cual además nos dejó bastante tarea nuestro amigo Alex Werner. ¿Qué opinas, Alex?
AP: Estoy de acuerdo contigo, Gabriel, un podcast muy interesante con información que vamos a tener que digerir por varios días más.
GC: Exactamente. Bueno, pues hasta la próxima semana, muchísimas gracias a todos los que semana a semana escuchan Norte Económico. Hasta luego.
AP: Muchas gracias por acompañarnos. Nos escuchamos la próxima semana, les mando un fuerte abrazo a todos.
GC: Abrazo.